La suma de todos esos esfuerzos
ha dado como resultado la Argentina de hoy, con
sus luces y sus sombras. Somos un gran
rompecabezas donde cada uno ha tenido y tiene
que poner su propia “pieza”, nuestra dedicación,
nuestra alegría, nuestro trabajo y todas
nuestras capacidades.
Algunos podrán pensar que hubo y
hay piezas más luminosas que otras, pero aún los
que no parecen tener tanto brillo son necesarios
para que haya luces y sombras. No todos podremos
ser San Martín ni María Eva Duarte de Perón o
Alfonsín (o si !), ni Borges o Victoria Ocampo,
ni Cecilia Grierson o Favaloro ( o sí, porque
para eso estamos estudiando y capacitándonos) ,
ni Gabriela Sabatini o Fangio ( o sí, porque
aquí hay grandes deportistas) , ni Gardel o
María Elena Walsh.
No hay piezas secundarias ni
sobrantes. Lo que no pongamos, no lo agregará
nadie porque es la parte que nos toca. Es la
parte que me toca y que te toca.
Es tiempo de seguir honrando a
nuestra Argentina, sabiendo que 200 años es
mucho pero no es nada si lo comparamos con la
historia de la humanidad.
¿Queremos un país más justo?
Seamos justos dándole a cada uno lo que le
corresponde.
¿Queremos un país solidario?
Seamos desprendidos y estemos pendientes de las
necesidades de los demás.
¿Queremos un país del que
sentirnos orgullosos? Seamos cada uno el orgullo
de nuestra gente estando donde estemos.
Seremos como Nación, aquello que
estemos dispuestos a ser como personas, como
ciudadanos, como estudiantes, como hijos, como
hermanos.
Recordemos que aquello que no
estemos dispuestos a aportar, un día la historia
nos lo reclamará. |