Este año nos
propusimos los siguientes
objetivos académicos:
-
La comprensión lectora en
las materias de sociales,
Humanísticas y de Expresión.
-
Y la resolución de problemas
en Matemáticas y Ciencias
Naturales y Exactas.
Pero también tenemos objetivos
que son formativos.
Uno de ellos es la PUNTUALIDAD,
la idea es trabajar esto con
nuestros alumnos, pero creo que
es para todos, no solo para los
chicos, también para todos los
que trabajamos en el colegio y
para Uds. como padres de
nuestros alumnos.
Puntualidad en llegar temprano a
la mañana, no digo a las ocho,
pero tampoco llegar al
estacionamiento a las 8.30, ya
que a esa hora se cierra el
portoncito de acceso al patio
para el izamiento a la bandera y
la oración de la mañana. Todos
sabemos que si llegamos al
estacionamiento del banco a las
15hs…por más que corramos a la
puerta del banco, si llegamos a
esta 15.01 va a estar cerrada, y
a nadie se le ocurre discutir
con la persona que cerró la
puerta del banco para que lo
deje entrar.
Pero creo que lo importante aquí
radica en llegar puntualmente a
la formación de la mañana, para
izar nuestra enseña patria, que
nos identifica como argentinos y
la de poner en manos de Dios
nuestro día y todas las buenas
intenciones que los chicos
tienen en su corazón. Este
momento de la mañana de izar la
bandera y de rezar lo
consideramos muy importante.
Puntualidad en la entrega de los
talones de notificación de
cartas que les enviamos, en la
entrega de trabajos prácticos a
los profesores.
Ser puntuales implica un
esfuerzo, y hay que tener fuerza
de voluntad para ser puntuales,
y el esfuerzo es una de las
virtudes que debemos trabajar
desde el colegio y desde la
familia, en pos de formar
personas constantes, capaces de
proponerse metas y cumplirlas.
Por otro lado creemos que
debemos exigir en la
puntualidad, ya que sabemos que
genera orden.
También sabemos que los chicos,
y esto también se aplica a los
adultos, se esfuerzan en la
realización de una tarea o
actividad cuando entienden sus
propósitos y finalidades.
Con lo cual
prometo terminar puntualmente, y
le agrego con AMABILIDAD, el
cual es el objetivo que nos
hemos planteado para todo el
colegio. Vamos a
trabajar el valor de la
amabilidad favoreciendo el buen
trato entre todos los miembros
de nuestra comunidad.
¿Qué significa la
amabilidad?
Es la capacidad que tiene la
persona de amar y ser amado.
Amable es la persona que por su
actitud afable es digna de ser
amada.
Sabemos que toda persona es
fruto de dos amores, del amor de
Dios y del amor de sus padres. Y
es importante tener en cuenta
que el amor de Dios esta
asegurado, el nos amó primero
antes de que existiéremos, desde
toda la eternidad.
Ahora, El otro amor, el de
nuestros padres, entorno,
amigos, escuela etc., no está
necesariamente asegurado. Cuanto
más intenso sea este amor, más
maduro será el fruto que
genere.
La educación en la amabilidad
comprende un aspecto implícito y
otro explicito.
Educamos implícitamente con el
ejemplo, no por lo que digo,
sino por lo que hago. La
amabilidad tiene poco de
palabras y muchos de gestos. Los
chicos aprenden: por lo que ven
y por como son vistos.
Por eso en la familia en que se
grita se ironiza se maltrata,
crecen niños irónicos, gritones,
que maltratan etc. En la familia
que no se dan las gracias, o se
pide perdón, por favor, buen día
etc., difícilmente ellos
aprendan a hacerlo.
Educamos explícitamente cuando
enseñamos con la palabra
señalándole a nuestro hijos que
pida por favor, que diga buen
día, que no se refiera con
sobrenombres hirientes a otra
persona etc.
Pensemos un momento en nuestra
familia y tratemos de medir como
se vive esta virtud en el día a
día.
Enseñar a ser amables es también
enseñar a descubrir al otro, a
ponerse en su lugar. Esto
implica dejarse de mirar el
ombligo, salir de nuestro
egocentrismo y ver al otro, ver
que siente, que necesita.
Es enseñar a aceptar al otro
como es, no descalificándolo ni
permitiendo que otros lo
descalifiquen por su modo de ser
, de hablar, de vestir, etc.
Hay un maltrato cultural en el
país y en el mundo. En la TV, en
las novelas, en los dibujos
animados de hoy en día.
La burla, la broma pesada, la
descalificación del otro es el
alimento diario de muchos
televidentes.
Ese maltrato cultural va
corriendo la línea y lo
aceptamos como normal en
nuestras familias y en nuestras
escuelas comentarios, miradas,
actitudes que están muy lejos de
ser amables.
En el mundo ya una falta de
amor, de un amor del que se
habla mucho pero que se vive
poco.
Proponemos Volver a correr la
línea. Creemos que nuestras
familias, nuestro colegio, son
lugares que saben dar amor, y
por lo tanto pueden ser amables.
Les propongo en los próximos
días redactar en familia el
decálogo de la amabilidad para
vivir en este año.
Para finalizar quisiera
nombrarle algunos actos
concretos que manifiestan
amabilidad:
-
Tratar al otro con respeto,
hablarle de buena manera, en
un tono normal, no gritarle,
ni insultarlo, no llamarlo
con sobrenombres que lo
hieran.
-
Tener actos de cortesía y
respeto: saludar siempre,
pedir por favor, dar
gracias, pedir disculpas si
nos hemos equivocado o
extralimitado.
-
Saber dar: ser generosos con
las cosas materiales y con
nuestro tiempo.
-
Saber Compartir.
-
Aceptar y respetar a los
otros queriéndolos cómo son;
Aceptando lo que les gusta
(aunque sea diferente de lo
que me gusta a mí). No
permitamos que se
descalifique a los otros
porque son gordos, porque
les cuesta más aprender, por
qué no sabe jugar al fútbol,
porque Somos los adultos los
que debemos hacer respetar
estas normas. Somos los
custodios.
-
Empatía: saber ponernos en
el lugar del otro .Pensar
qué necesita, qué le pasa,
qué sentirá. Es bueno hacer
el ejercicio de pensar “Cómo
me sentiría yo si me pasara
eso”.
-
Saber adelantarse a las
necesidades del otro.
-
Estar disponibles para
colaborar.
-
Reconocer al otro y
considerarlo importante.
-
Es mirar a los ojos cuando
nos están hablando, escuchar
sabiendo interrumpir lo que
estamos haciendo, mostrar
siempre una cara agradable
(Los gestos son tan
elocuentes!!)