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Viandas para llevar al colegio

 

 

 

 

Fáciles de preparar, sabrosas y ricas en nutrientes. En esta nota te ayudamos a planificar el menú semanal y tus hijos quedarán contentísimos.



Si tu hijo va doble escolaridad al 
colegio, necesita de una buena ingesta de nutrientes para mantener su rendimiento. Los alimentos que consuma durante el día son un factor fundamental para que pueda soportar la larga jornada. Sin embargo, sabemos que por lo general armás las viandas a la noche, cuando estás cansada y sin mucha imaginación. Por eso, en esta nota te damos una mano y te proponemos menús con calidad nutricional y que son fáciles de preparar.

 

La comida que tus hijos llevan a la escuela puede ser tan sana como rica y variada, y no tiene por qué estar basada en sándwiches y gaseosas. Lo primero que hay que tener en cuenta es que una vianda infantil debe contener alimentos de todos los grupos de la pirámide. De esta manera, lo mejor es incluir algo de cada fila y variar el menú cada día. Frutas, verduras, lácteos, carnes, cereales, agua, ¡las combinaciones son infinitas!

 

La clave está en evitar los alimentos con alto contenido en grasas, como las hamburguesas, los panchos y las galletitas; los productos congelados, que contienen altos niveles de sodio; y los azúcares como alfajores, caramelos y gaseosas.

 

Al mismo tiempo, existen ingredientes que pueden ser reemplazados por otros más sanos, y que no son menos sabrosos. En lugar de hacer los sándwiches con pan común, podés prepararlos con pan integral, ya que posee más fibra, o pan árabe, que contiene menos calorías. El salame y el jamón son carnes grasas que pueden sustituirse por carnes magras como el pollo, la pavita, el atún o las milanesas de nalga. Como acompañamiento, las papas fritas de paquete no son nada saludables. Las papas al horno cortadas en bastones o rodajas, tienen menos grasas y menos calorías.

 

Para los recreos, las frutas son una buena opción, ya que producen una sensación de saciedad y evita que los chicos coman golosinas y galletitas. Probá distintas alternativas para evitar la rutina: naranja, manzana, banana, pera, uvas, trocitos de melón o ananá. Siempre tienen que estar lavadas o sin cáscara. Si contás con más tiempo, las ensaladas de frutas son un postre sano y divertido que a los niños les gusta. También podés sumar a su dieta las salvadoras barritas de cereal que contienen energía, pero no deben consumirse en exceso.

 

Aunque para beber lo idea es agua, los chicos no están acostumbrados a tomarla. Los jugos y gaseosas disminuyen el apetito y tienen un alto contenido en azúcar y conservantes. Si opta por ellos, elegí los que sean 100% natural.

 

 

Menús

 

  • Pollo al horno con ensalada de zanahoria y choclo. De postre, una manzana.

  • Arroz con atún. De postre: una banana.

  • Milanesa con un tomate cortado al medio. Para darles un gusto: un flan o postrecito.

  • Empanadas de carne, pollo, atún, cebolla y queso magro o choclo con salsa blanca. De postre: frutillas o uvas.

  • Tartas individuales de acelga o espinaca con queso, o de calabaza y choclo. Es preferible utilizar las masas Light.

  •  Panqueques livianos untados con queso blanco o mayonesa light y rellenos con atún o pollo picado, con tomate y choclo. De postre: una pera cortada en trocitos, con unas gotas de limón para que se mantenga blanca.

  • Sándwich de pan integral, queso, pollo o carne, lechuga, tomate.

  • Sándwich Pan integral, 2 finas rodajas de peceto, ½ huevo, aros de cebolla, 1 cucharada tamaño postre de mayonesa light.

  • Sándwich Pan integral, 2 cucharadas soperas de pollo picado, 2 palmitos ó choclo, 2 cucharadas de mostaza.

  • Sándwich Pan árabe, 1 feta de jamón cocido, 1 porción de queso magro (del tamaño de un cassette), tomate, lechuga, 1 cucharada tamaño postre de mayonesa light.

  •  Pan integral, 1 ó 2 fetas de jamón magro, rodajas de tomate, pencas de apio, mayonesa light.

  •  Fugaza de pan árabe, 3 cucharadas soperas de atún al natural, 1 palmito picado, 1 cucharada sopera de salsa golf diet.

 

¡Acordate! Para no caer en la rutina o dejar todo para último momento. Planificá los almuerzos de cada día de la semana y comprá lo que necesites.