Peregrinación al Santuario de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, en Salta

Testimonio de un peregrino

Siempre es difícil poner en palabras esas cositas de Dios que pasan en lo más profundo del corazón. Pero sentimos la necesidad de compartirlas, de no quedarnos callados... porque este fin de semana que pasó vivenciamos el grito de no callar lo que hemos visto y oído.
Apoyados por el Colegio partimos, del jueves 24 al lunes 28 de Mayo, veinticinco alumnos del Colegio (tanto del Centro como de Pilar) hacia el Santuario de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, ubicado en Salta, Argentina; llevando a los pies de Jesús nuestras vidas, familias, amigos, compañeros y los proyectos personales de cada uno; también la necesidad de agradecerles por todos y por cada uno de ellos.
A través del rezo del Rosario, de la Santa Misa y de la Adoración Eucarística nos fuimos preparando para recibir ese abrazo inmenso de Jesús al corazón que cada uno pudo vivenciar en el momento de la oración de intercesión en el cerro de las apariciones. Cada uno de nosotros lo vivió de forma particular, ya que la Virgen María intercedió por las necesidades personales de cada uno frente a Jesús. Pero en lo que todos coincidimos es en la paz (presencia de Dios) y el amor que nos rebalsó el corazón.
Redescubrir su amor para con nosotros y en cada momento de nuestras vidas nos llenó de alegría, y tenemos la certeza que ésta va a perdurar porque se selló en lo más profundo de nuestro alma.
Resulta que nos dimos cuenta que Dios se volvió loco, loco de amor por cada uno de nosotros y eso es lo que nos da la fuerza para sacar lo mejor de nosotros, para acompañarnos en este caminar hacia el cielo. Esta experiencia nos ayudó en tres dimensiones: en la aceptación de nosotros mismos, en la relación con los demás, y en la relación con Dios; nos unió muchísimo como grupo, puesto que pudimos compartir el mayor tesoro que cada uno llevaba, que es sólo y simplemente Dios, escondido en las profundidades.
Estamos plenos de agradecimiento a Dios por este abrazo que nos llenó de esperanzas, al Colegio por brindarnos esta oportunidad increíble y a nuestros papás por ser el reflejo del amor de Dios en nuestras vidas.